Archivo mensual: abril 2010

Para Seguir Conformando la Unidad: Venezuela y Cuba

El viaje del presidente Raúl Castro  el 18 de abril para participar en las celebraciones del Bicentenario de la independencia de Venezuela se combinó  con otra Cumbre de la Alianza para las Américas (ALBA) y se convirtió el día 20 en  “una visita de trabajo, una visita oficial, para seguir alimentando y conformando la unidad” a decir de Hugo Chávez  al anunciarla.  El jueves 15,  el petro-presidente había dado uno de sus frecuentes salticos a La Habana, procedente de Nicaragua, para “cuadrar” con Fidel Castro el salvamento económico del totalitarismo, si puede una vez más, y garantizar el desfile del General cubano con opulenta  fanfarria bolivariana.

El énfasis de la televisión cubana a la estrepitosa acogida del presidente cubano en Caracas tuvo su colofón en la “nota informativa” al término de la visita que evocaba una pequeña “Reflexión”.   Se narraba como Chávez  recogía al visitante en la residencia para llevarlo al recibimiento oficial en el Palacio de Miraflores y finalmente hasta la escalerilla del avión.

Raúl Castro finalmente colmó de halagos al benefactor, para acuñar la dependencia. “Me voy muy satisfecho porque se consolidan y avanzan las relaciones con nuestros hermanos venezolanos. Cada día somos más la misma cosa”, dijo.  Años antes había chocado la alusión de Carlos Lage a que Cuba tenía dos presidentes (Fidel y Chávez) y de Felipe Pérez Roque sobre la bandera única. Ahora se pretende unidad en pie de igualdad para no dar crédito a  que  “quien paga, manda”, ni que exista asomo de perspicacia sobre la pérdida de soberanía por la mayor de Las Antillas.

La situación financiera del gobierno cubano es tan desesperada que la subvención venezolana es muy insuficiente.  También está complicado el bolivarismo política y económicamente, lo que se  procura remendar antes de las elecciones de septiembre.  Ambos socios tienen que hilar fino y, como dicen los jóvenes cubanos, Chávez no   puede “dejar tirado” a su mentor y sus herederos.  Resulta evidente que las intenciones de Raúl Castro de lograr en Argelia, Rusia, Irán, China, Brasil y Angola salvavidas tan inmensos como los recibidos desde la URSS y sus satélites, y luego de Venezuela, han resultado imposibles.   En esta nueva coyuntura obtiene pequeños créditos de salvataje, donaciones humanitarias de trigo y otras menudencias, pero sobre todo otorga concesiones, que permiten el posicionamiento en lugares claves, como el puerto de Mariel por Brasil para tener notables dividendos, sin licitación,  cuando se abra el comercio con Estados Unidos; el turismo para beneficiarse con los visitantes norteamericanos por China; el petróleo y el gas en las aguas del Golfo por todos los demás, incluida Venezuela y otros.

Además de los muchísimos acuerdos bilaterales y en el marco del ALBA, la “consagración de la primavera 2010” ha sido  más petróleo y gas, no para cubrir necesidades isleñas, sino para obtener petrodólares que den un respiro a la bancarrota del gobierno cubano. Durante la estancia de Raúl Castro se anunció la constitución de la empresa mixta Petrolera VENCUPET SA, con 60% de la estatal venezolana y 40% de Comercial CUPET cubana para explotar y producir durante 25 años.  En la información oficial se constata que “se fortalece la cooperación energética a través del desarrollo de importantes reservas de hidrocarburos, situadas en suelos venezolanos.”  Según expertos, se trata de una zona suave, o sea sin complicaciones y con resultados inmediatos.  Puede sospecharse que  la participación cubana no será con capital; previsiblemente con servicios, o sea personal.

La estrategia de la cúpula gobernante en Cuba de ganar tiempo puede ser que se logre a corto plazo con la nueva insuflación de Venezuela, pero cualquiera persona con sentido común sabe que la gran crisis económica, política y social cubana no  comenzará a resolverse con  respiración asistida. Bien podrían utilizarla para echar a andar el país, soltando las amarras de la creatividad para que los cubanos puedan procurarse una vida adecuada honestamente.  Tampoco parece fiable esperar el fortalecimiento económico de Bolivia en esa batalla por el tiempo, pues además de demorar el auge económico del pobrísimo país, las teorías desarrollistas de Evo sobre transgénicos que causan la homosexualidad y la calvicie, prejuiciosas y anticientíficas, denotan  capacidad limitada y efímera.

Ya no queda tiempo para dilapidar miles de  millones  de dólares como han hecho durante más de 51 años. Con celeridad aún las máximas autoridades pueden aliviar el legado de destrucción y pasar a la historia como rectificadores de su terrible voluntarismo e iniciadores de la apertura.

La Habana, 23 de abril de 2010

Miriam Leiva

Periodista Independiente

* Foto tomada de: http://cuba.foreignpolicyblogs.com

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Consenso Nacional Sobre Cambios en Cuba

Cambio era una palabra prohibida y perseguida como contrarrevolucionaria en Cuba hasta que en 26 de julio de 2007 el Presidente Raúl Castro reconoció la necesidad de cambios estructurales y de conceptos.

Hace 7 años, 75 pacíficas personas recibieron condenas de hasta 28 años de cárcel por expresar sus opiniones sobre la crisis política, económica y social, así como proponer soluciones. 53 continúan masacrados en prisiones, 9 con licencia extrapenal por motivos de salud pueden ser devueltos a ellas, y hay casi 200 prisioneros políticos pacíficos.  La crisis es muy abarcadora y profunda, pero el gobierno está “parapetado” en su intransigencia e inmovilismo, cuando debería excusarse, liberarlos y permitirles participar en un proceso de reconstrucción nacional.

Las autoridades necesitan su tradicional pretexto de la agresión extranjera, pero se les ha encogido la amenaza del imperialismo yanqui, por la política de apertura de Barack Obama hacia el pueblo cubano y de conversar sobre ciertos temas con el gobierno cubano.  Para colmo, el presidente es admirado porque evoca la imagen de un cubano, y con esfuerzo y oportunidades pudo llegar a la cima del país más poderoso y rico del mundo. La muerte de Orlando Zapata Tamayo demostró dentro y fuera de Cuba la insensibilidad y el desprecio hacia la persona humana, mientras la ciudadanía está cada día más decepcionada por las promesas incumplidas, la creciente miseria, las prohibiciones y la falta de esperanzas de un futuro digno.  El gobierno ha perdido el apoyo político, en tanto Raúl Castro auguró el despido de más de un millón de trabajadores, pero antes tienen que participar en el ritual de las elecciones municipales bajo la batuta de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), informantes de la Policía Politica; e ir al desfile del  1 de mayo, presionados por la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), que no  defiende sus intereses, sino las prerrogativas de la gran burocracia seudo sindicalista financiada por el “Estado Paternalista”.

Entonces la propaganda necesita urgentemente amplificar los enemigos.  ¡Todos contra la Unión Europea y la prensa internacional, al servicio del imperialismo yanqui!  Se incrementa la represión contra indefensas mujeres y pacíficos opositores.  Vuelven a poner a cubanos contra cubanos, arrían turbas en operativos conjuntos de la seguridad del Estado y la Policía Nacional Revolucionaria; autos, ambulancias, ómnibus, walky talkies y teléfonos móviles en mini maniobras antimotines, que pueden revertirse en motines descontrolados, heridos y  pérdida de vidas.  Es un macabro juego de la desesperación del poder que quiere seguir siendo absolutamente totalitario.

Pero la confrontación en las altas esferas, que no está segura de con quién puede confiar, porque en Cuba el que hable puede  hasta ser fusilado,  cala toda la sociedad.  Evidentemente, alguien poderoso promueve cambios; basta leer las cartas en el periódico Granma los viernes, o ver ciertos reportajes en la televisión, escuchar a los humoristas e ir al teatro.  Aquí quien no esté respaldado, no tiene espacio en los medios, aunque alguno se haya salido de los causes ocasionalmente.

No por casualidad el sitio de Internet de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) ha comenzado a colgar artículos.  Al famoso trabajo del profesor Esteban Morales, diciendo que la contrarrevolución está en las altas esferas debido a la corrupción y otros males, ha seguido la trilogía del escritor  Guillermo Rodríguez Rivera,  que parece no desear quedarse a la zaga  del “destape” para ubicarse en el grupo de los vanguardistas, con un  trabajo sobre los errores de la Ofensiva Revolucionaria de 1968, que eliminó la pequeña propiedad, y con ella los servicios y pequeñas producciones complementarias. Si, la versión cubana de la Revolución Cultural china constituye una de las causas de la crisis actual.  Esa trascendente decisión del Comandante en Jefe tuvo que esperar 42 años para comenzar a ser enjuiciada.

Muy oportuna ha sido la entrevista al Cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, aparecida en la revista Palabra Nueva,  donde señala: “…Pero hay un denominador común fundamental en casi todos los opinantes: que se hagan en Cuba los cambios necesarios con prontitud para remediar esta situación.  Yo creo que esta opinión alcanza una especie de consenso nacional y su aplazamiento produce impaciencia y malestar en el pueblo.”

Indudablemente el clamor generalizado es cambio:  la liberación de los prisioneros de conciencia y políticos pacíficos, el cese de la represión, el respeto a las opiniones diversas, el trabajo digno y productivo, la reconstrucción material y moral, la reconciliación, la paz y el amor entre los cubanos.

La Habana, 23 de abril de 2010

Miriam Leiva

Periodista Independiente

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Solidaridad Real o Calculo Hipócrita?

“Pues cuando haces limosnas, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas, y en las plazas, para ser estimados de los hombres…”

“Mas cuando tu haces limosnas, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha.”

– Mateo VI, 2 y 3

La propaganda del gobierno cubano sobre la supuesta solidaridad en la medicina, la educación y  el deporte hacia otros pueblos se desborda.  La televisión  y otros medios fuertemente controlados por el régimen invierten enormes cantidades de tiempo en pretender demostrar la inmensa generosidad hacia los necesitados del mundo, en especial de América Latina.  Esa propaganda siempre ha existido, pero ahora se incrementa para tratar de contrarrestar las acrecentadas dificultades económicas y sociales internas, y sus consecuencias políticas.

También la exagerada campaña tiene el objetivo de enfrentar el creciente aislamiento del régimen a nivel internacional, provocado por la injusta y cruel muerte de Orlando Zapata Tamayo,  la represión contra activistas de derechos humanos, así como las huelgas de hambre que mantienen varios compatriotas, quienes desesperados por la situación nacional han adoptado ese supremo recurso con  peligro para sus vidas.

El régimen, de forma poco original, ha utilizado la solidaridad para agenciarse una posición política internacional y dar una imagen distorsionada de la situación interna. La desproporcionada cooperación es realizada sin tener en consideración las  condiciones de miseria existentes en la Isla, y cuando la crisis se profundiza aceleradamente.

Mientras en Cuba el sistema nacional de Salud Pública se deteriora progresivamente y decenas de pacientes  fallecen por carencia de alimentación y atención adecuadas, como ocurriera en enero en el Hospital Psiquiátrico Nacional de Mazorra, el gobierno se vanagloria de su asistencia al exterior.

Asimismo, la tradicional falta de medicamentos se agudiza y el pueblo tiene que pedirlos a sus familiares y amigos residentes en el exterior. Además, continúa el deterioro de los hospitales, policlínicos y dispensarios médicos, con frecuencia carentes de elementos básicos para prestar  servicios.

En cuanto a la educación  el panorama es todavía peor.  La calidad de la enseñanza se  desploma a tal extremo que  los estudiantes universitarios a punto de graduarse han sido obligados a realizar cursos remediales de materias tan elementales como la ortografía por las deficiencias que arrastran de los niveles primarios.  Desde hace años se produce la fuga masiva de profesores experimentados debido a bajos salarios, falta de condiciones mínimas para laborar y a presiones políticas insoportables.  Ese personal calificado fue sustituido por jóvenes inexpertos, los llamados “maestros emergentes”,  factor fundamental en el descenso del nivel de instrucción. Se une a ello una educación dogmática, basada en la escolástica oficial con la cual se ha tratado de castrar el pensamiento creativo de las nuevas generaciones.

Igualmente, los jóvenes cubanos apenas  tienen acceso a las técnicas de la informática;  una política dirigida a impedir el contacto con ideas “perniciosas” que pueden llegar a través de Internet que está prohibida en los hogares cubanos, con la excepción de pocas personas autorizadas.

Los  cubanos favorecen prestar su apoyo a los pueblos en dificultades.  La inclinación a extender la mano a los necesitados forma parte de su idiosincrasia,  Ahora cuando la hermana Haití ha sufrido la devastación por los terribles terremotos,  es totalmente justificado compartir lo poco que se posee. Sentimos orgullo por la labor que están desarrollando allí  nuestros galenos y demás personal, en muy adversas condiciones. Sin embargo, actuaciones tan loables no pueden utilizarse para justificar la represión,  la falta de libertad y el bloqueo al progreso nacional mantenidos por las autoridades en Cuba.

Por otra parte, la colaboración mantenida con otras naciones tiene que adecuarse a las posibilidades reales de asistencia del país.  Cuando la crisis se profundiza, resulta un contrasentido que decenas de miles  de jóvenes procedentes de naciones con superiores condiciones  económicas que Cuba cursen estudios gratuitos aquí.  Como dijera un dirigente cubano hace muchos años, incluso cuando la situación económica no era tan crítica como ahora: “Estamos para que nos ayuden  o por lo menos ayudarnos nosotros mismos.”

Así es: Rusia ha entregado una ayuda humanitaria de 100 000 toneladas de trigo.  Entonces ¿qué explicación tiene que sólo en la Escuela Latinoamericana de Medicina haya una matricula de 10 000 jóvenes, provenientes de países de la región en ocasiones con un PIB per cápita dos veces superior al cubano?  ¿Qué explicación puede tener que en esa escuela se formen estudiantes de Estados Unidos, la nación más rica del planeta? Las razones son políticas y no de  solidaridad y motivos humanitarios. Según el Informe sobre Desarrollo Humano (IDH) 2009 del PNUD, Cuba ocupaba  en 2007 el lugar 22 en Latinoamérica por su PIB per cápita, calculado sobre bases comparables.

Podría argumentarse que en algunos países de la subregión existe una injusta distribución de los ingresos, lo cual es cierto.  Pero ¿acaso en Cuba no tenemos un problema igual o peor, cuando el nivel de vida de los ciudadanos no depende del trabajo, sino de tener FE (familia en el exterior), vínculos políticos que permitan trabajar en algunos sectores privilegiados como el turismo con acceso a dadivas de los extranjeros, o ser dirigentes?

Al mismo tiempo, la Mayor de Las Antillas ocupa el lugar 18 en el consumo de electricidad por habitante, según la  fuente antes citada; junto a Haití, Surinam y Barbuda posee el más bajo incremento en el consumo desde 1990, un insignificante 0,6%. Una clara evidencia de la ausencia de avance tecnológico.

En cuanto a usuarios de Internet, Cuba está detrás de todos los países de América Latina y el Caribe, incluido Haití, según el IDH 2007-2008. Mientras Uruguay ha entregado gratuitamente computadoras a todos sus estudiantes para promover el avance científico-técnico, lo cual es seguido en distintos grados también por Argentina, Perú, Brasil y otras naciones del área.

Cuando se hunde la economía cubana y la situación ha llegado a tal grado de destrucción que los bancos no devuelven los fondos extranjeros depositados por falta de liquidez, el acceso a los alimentos es crecientemente difícil para los ciudadanos, la carencia de viviendas se agrava y varias generaciones conviven hacinadas bajo el mismo precario techo, y los demás aspectos existenciales son tan precarios que las personas buscan como solución la salida al extranjero o tienen que cometer delitos para sobrevivir,  es hora de dejar de utilizar la cooperación humanitaria como arma política y adecuarla a las menguadas posibilidades de Cuba.

La Habana, 6 de abril de 2010

Oscar Espinosa Chepe

Economista y Periodista Independiente

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