CONMEMORACION DEL DIA DE LOS TRABAJADORES EN CUBA
El Día de los Trabajadores transcurre en Cuba sin los multitudinarios desfiles en las plazas ni los inexistentes sobrecumplimientos de los planes productivos.
Miguel Díaz-Canel habría poseído la gran tribuna de la Plaza de José Martí en La Habana, sin la presencia física de Fidel Castro y, quizás, como anfitrión de Raúl y la generación histórica, el 1 de mayo.
Ciertamente, la covid-19 impuso el aislamiento físico, y más de un año con el cierre de la mayoría de las actividades productivas y de servicios agobian a la población, al igual que en casi todos los países. Pero en las particularidades cubanas todo ha caído de sopetón.
Los trabajadores no han tenido motivo para festejar, decepcionados por los incrementos salariales largamente esperados, y abrumados porque las cuentas no dan para afrontar la devaluación del peso, la elevación de los precios y la eliminación de los subsidios de alimentos, medicinas, electricidad, agua, gas y otros rubros, resultantes de la Tarea Ordenamiento Monetario y Cambiario iniciada el 1de enero. Las imprescindibles colas para adquirir los productos alimenticios esenciales, el confinamiento a los reducidos espacios de las viviendas y los temores a contraer la enfermedad renuevan las ansias de escapar al extranjero en muchos cubanos.
Trabajadores septuagenarios reflexionan en voz queda, que nunca imaginaron pasar una vez tan difícil, después de haber laborado tanto.
La Central de Trabajadores de Cuba exhortó a sus afiliados a festejar con trabajos “voluntarios” en la agricultura, como ha sido usual desde que el 22 de noviembre de 1959 Che Guevara convocó el primero para la construcción de la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos en el Caney de las Mercedes, Sierra Maestra. La CTC no representa los intereses de los trabajadores, sino que forma parte del entramado de poder y como tal impone la aceptación de lo dispuesto y el pago de la cuota sindical.
El secretario general, Ulises Guilarte de Nacimiento, al igual que sus antecesores, es miembro del Buró Político del Partido Comunista, único permitido. Usualmente, él pronuncia estridentes y altisonantes alocuciones. Para resolver los grandes disgustos por las nuevas medidas, él ha orientado a los trabajadores participar en las asambleas de afiliados, y contribuir a lograr el cambio en el pensamiento de la dirección administrativa. Él llamó a elevar la calidad de los convenios colectivos de trabajo: “Hay que despojarlos de tanta muela y ajustarlos como tuerca al actual escenario económico y al marco regulatorio existente”, en Matanzas durante la primera reunión de 2021 con el secretariado provincial. Además, ha reconocido que es muy difícil encontrar personas dispuestas a ejercer los cargos sindicales y capacitarse, publicaron los medios oficiales.
Según Ariel Fonseca, subdirector de empleo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, en los primeros 100 días de implementada la Tarea Ordenamiento, 162 000 personas han acudido a las direcciones municipales en busca de puestos laborales, y el 62% aceptaron las ofertas. Más de 53 000 plazas fueron adjudicadas en el sector estatal, correspondiendo 40 000 a la esfera empresarial, sobre todo en la producción agrícola. De ellas, 10 200 personas han aceptado en las empresas del Ministerio de la Agricultura, 1 300 en la empresa Azcuba, y 3 800 en cooperativas agropecuarias. Otro sector priorizado es la construcción, que ha asimilado 1 500 personas. En el sector no estatal se ha incorporado el 47%, esencialmente en el trabajo por cuenta propia. En el último trienio 50 000 personas como promedio concurrían anualmente. Publicado en el semanario Trabajadores, el 26 de abril.
El gobierno se ufana de que ahora las personas que vivían confiadas en las subvenciones estatales, tendrán que trabajar, y divulga que oferta plazas para asimilarlos. Pero miles de trabajadores han quedado sin empleo por el ajuste de las plantillas en las empresas estatales, aunque el proceso recién comenzó.
La Habana, 29 de abril de 2021
Miriam Leiva
Periodista Independiente