Jueves, Febrero 23, 2012 | Por Oscar Espinosa Chepe
LA HABANA, Cuba, febrero, www.cubanet.org -Indicadores seleccionados sobre el comportamiento de las construcciones en Cuba durante 2011 fueron publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) en febrero. Los datos, todavía parciales, reflejan una situación complicada en este importante sector, y aunque muestran un crecimiento del valor de las construcciones de 12,9%, a precios corrientes, en relación con 2010, la conformación de ese indicador no es completa, pues solo considera la construcción y montaje con destino a inversiones que crece en 24,7% y el mantenimiento constructivo que disminuye en 20, 2%.
La cantidad de obras terminadas por empresas del Ministerio de la Construcción se redujo de 116 en 2010 a 102 en 2011, para una minoración del 22,1% en términos físicos, y del 48,2 % en términos de valor. Vale destacar que continúan las disminuciones de 20 a 8 unidades en las obras terminadas dedicadas a la educación y en 17 a 8 para la salud. En términos de valor las reducciones fueron de 57,3% y 83,1%, respectivamente. Esos datos confirman la tendencia a continuar los recortes financieros en la esfera de las inversiones para los servicios, apreciadas en años anteriores, paralelos a las rebajas en las asignaciones presupuestarias para sufragar los gastos corrientes.
El valor anunciado en la construcción y montaje con destino a inversiones y la caída en las obras terminadas por empresas del MICONS, podría confirmar la dinámica negativa en la relación de la cantidad de obras en proceso con respecto a las obras terminadas. La larga demora en la terminación de las inversiones ha lastrado el proceso inversionista en Cuba desde hace años, con el consiguiente congelamiento de los recursos, lo cual se traduce en el incremento de los costos constructivos, entre otros considerables daños a la economía nacional. En adición resulta contradictoria la diminución del mantenimiento constructivo en 20,2% en relación al pasado año, cuando en el 2011 se flexibilizó la venta de materiales de construcción a la población.
Sin embargo, el dato más impactante observado en las estadísticas sobre la construcción en 2011 es que nuevamente se redujeron las viviendas terminadas, hecho que se repite desde 2007 cuando se construyeron 52 207 unidades. En 2011 fueron 32 540 unidades para una disminución del 4,0% respeto a 2010, en que se edificaron 33 901 unidades. La cifra del pasado año representa un exiguo porcentaje de las viviendas que se calcula existen en el país. Ello representa que no solo no satisface la considerable demanda acumulada, sino también esta distante de reponer las destruidas por derrumbes –frecuentes en los últimos tiempos- y la acción de fenómenos meteorológicos. Debe agregarse que más del 50,0% del fondo habitacional está en malas o regulares condiciones, y el déficit sobrepasa las 600 000 viviendas, según estimados oficiales, aunque especialistas independientes lo estiman en más de un millón.
La caída en la construcción también puede apreciarse en las viviendas edificadas con esfuerzos propios de la población, que únicamente alcanzaron 8 933 unidades en 2011 frente a las 11 433 construidas en 2010, una reducción del 20,9%. Esto, al igual que la minoración del mantenimiento constructivo, sorprende, ya que a partir del pasado año el gobierno comenzó la venta liberada de materiales de construcción, incluido el cemento al costo 112 pesos cubanos (4,67 CUC) la bolsa de 42,5 kilogramos, desde agosto. No obstante, esta medida no ha estado exenta de problemas, como los altos precios de los productos ofertados, intermitencia en los suministros y dificultades en la transportación. A esto se une que muchos artículos solo se encuentran en las tiendas de venta en moneda convertible, como elementos eléctricos, de plomería, herramientas y otros. También resulta difícil encontrar fuerza de trabajo calificada, dado que por muchos años se menospreció la formación de técnicos medios y obreros calificados. Cuando se consigue, resulta muy cara para el cubano promedio. Por tanto, construir en Cuba continúa siendo un verdadero dolor de cabeza.
Para proteger los sectores más desvalidos de la población, el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros adoptó el Acuerdo No. 7155 de diciembre de 2011, Reglamento para el otorgamiento de subsidios a personas naturales para realizar acciones constructivas en sus viviendas. Las prioridades para seleccionar a los necesitados serán las familias afectadas por catástrofes y los casos sociales críticos. El límite máximo para subsidiar el valor de los materiales y fuerza de trabajo requeridos para edificar un inmueble de 25 metros cuadrados (incluida cocina y servicio sanitario), no puede exceder a 80 000 pesos cubanos (3200 CUC). El fondo financiero para realizar estas subvenciones será el resultado de la imposición de un impuesto a las ventas de materiales de construcción. Con esta insuficiente medida el gobierno trata de liberarse de sus viejas responsabilidades, totalmente incumplidas, de garante de la vivienda en Cuba. Ahora frente a uno de los principales cánceres que corroe la nación, ofrece una aspirina como solución.
Para una evaluación más completa sobre el desenvolvimiento de las construcciones y las inversiones en 2011 habrá que esperar por los capítulos correspondientes del Anuario Estadístico. No obstante, estos indicadores seleccionados muestran que los problemas de la construcción continúan sin resolverse, y en muchos aspectos empeoran.