Francisco es el primer papa que visita Mongolia, dónde el catolicismo fue prohibido en 1921 con la llegada del régimen comunista. En 1990 hubo cambios políticos y la doctrina marxista fue abolida. El 4 de abril de 1992 se establecieron relaciones diplomáticas con la Santa Sede. El sacerdote filipino Wenceslao Padilla, fue el primer misionero católico de Mongolia, nombrado por Juan Pablo II superior eclesiástico de la capital, Ulan Bator, y más tarde el primer prelado católico del país.
El 30 % de la población es nómada y en el que la mayoría de sus poco más de tres millones de habitantes son budistas de la rama tibetana.
Al frente de Iglesia católica se encuentra el misionero Giorgio Marengo, prefecto apostólico de la capital, Ulan Bator, el purpurado más joven del colegio cardenalicio, creado cardenal por el papa Francisco en el consistorio de agosto de 2022.
Con una pequeña comunidad de católicos, – unas 1.400 personas -, cuenta con ocho parroquias y la catedral en Ulan Bator, dedicada a la advocación de los santos Pedro y Pablo.
"Una iglesia pequeña en número, pero viva en la fe y grande en la caridad", según Francisco.
Datos tomados de EFE