ENTREVISTA
Óscar Espinosa Chepe
Economista independiente cubano
C. M. (Carmen Munoz, ABC 17 abril 2011)
MADRID
En su libro «Cambios en Cuba: pocos,
limitados y tardíos» (editado por
Cuba Study Group), el economista y
periodista independiente Óscar Espinosa
Chepe denuncia la estrategia de
los Castro de perpetuar «un sistema
disfuncional yunrégimen totalitario
queha llevado a lanación almáscompleto
desastre». Chepe (Cienfuegos,
1940) comenzó a trabajar en las farmacias
de su familia en 1957. Con el
triunfo de la revolución fue jefe de departamento
en el Instituto Nacional
de Reforma Agraria, hasta que acabó
castigado a trabajar en el campo por
discrepar sobre las medidas económicas.
Vive en La Habana bajo la amenaza
de volver en cualquier momento a
la cárcel comopreso político de la Primavera
Negra de 2003.
—En su libro reproduce la frase de
Nelson Mandela, «un sistema opresor
no puede ser reformado, debe
ser totalmente abandonado». ¿Eso
es lo que debe ocurrir en Cuba?
—Nohay otra vía más que cambiar de
modelo, buscar unonuevo donde se liberen
las fuerzas productivas, se reconozca
el papel del mercado y lapropiedad
privada. Lo que no quiere decir
que no haya iniciativa pública.
—¿Son las reformas más ambiciosas
en 52 años de dictadura?
—Sí, son las más grandes, pero no las
que necesita el país, que requiere
cambiosmásprofundos, no solo la actualización
del modelo. No se puede
actualizar algo que no funciona.
—¿Teme que los anunciados 1,3 millones
de despidos, sin perspectiva
de trabajo para todos en el sector
privado, acaben en un estallido social,
como en los países árabes?
—Si seguimos por este camino de despidos
masivos sin puestos de trabajo
yunfuerte recorte de los gastos sociales,
no son descartables. Es necesario
uncambio de modelo que evite las explosiones
sociales.
—¿Ladoblemonedacontribuyeahacer
más injusto este sistema?
—Es uno de los factores que más golpea,
hace que el progreso no dependa
del trabajo o del esfuerzo individual,
sino de tener familia en el exterior,
los negocios turbios o de los contactos
políticos que le permitan trabajar
con los turistas. Sin atacar las raíces
de la crisis vaaser imposible resolver
la cuestión de la doblemoneda, si antes
no se adoptan reformas económicas
radicales.
—¿Estas reformas serán inútiles si
no se aborda el cambio político?
—Esimposible el desarrollo económico
en el mundo actual sin internet,
sin libertad de entrada y salida del
país, sin que los ciudadanos puedan
conocer el mundo, sin un debate civilizadoypacífico.
La libertad, la democracia,
son un factor de desarrollo,
impulsan la economía. Cuba tendrá
que avanzar por ese camino de forma
paralela a las reformas económicas.
—¿Los Castro deben salir del poder
para que el cambio sea real?
—Habrá que ver qué ocurre en el VI
Congreso del Partido Comunista.
Raúl Castro ha hecho un diagnóstico
correcto sobre la situación, al asegurar
que el país está al borde del precipicio.
Es más pragmático que Fidel.
Sería una solución que se convirtiera
en el Deng Xiaoping caribeño pero
con la visión de la democracia.
—¿Ve difícil atraer la inversión extranjera
cuando todavía hay presos
políticos y represión en Cuba?
—Se lo decimos al gobierno cubano,
que es difícil atraer inversiones en un
ambiente hostil, con presos políticos,
hostigamiento a los que protestan y falta de libertad.